Caso de éxito: Pau en Canadá

Donadora
6 min readNov 15, 2022

--

El siguiente texto es el testimonio de Paula Villagómez, promotora de campaña que fue aceptada en una escuela en Canadá para estudiar una especialidad en psicoterapia. Pau logró recaudar más de $120 mil pesos para poder pagar el costo de la colegiatura de su institución. Compartimos con ustedes la experiencia detrás de la campaña Pau en Canadá.

En enero de 2022 fui admitida en un programa de maestría en una universidad privada ubicada en Vancouver, Canadá. A pesar de llevar más de un año preparándome para cubrir todos los requisitos que me solicitaban y ahorrando a consciencia, al momento de recibir la carta de aceptación, sentimientos de felicidad profunda y terror se apoderaron de mí.

Estudiar en el extranjero era un proyecto ambicioso –el más ambicioso que se me hubiera podido ocurrir, si me lo preguntas– y a partir de ese momento, tenía que organizar formalmente mi presupuesto para hacer frente no solo al pago de la colegiatura, sino a todo el proceso de solicitud de permiso de estudio al gobierno Canadiense, gastos de manutención y traslados a la universidad, servicios, amueblar un nuevo espacio, etc.

Recordar que en ninguno de los pasos previos a ser admitida había estado sola, me ayudó a darme cuenta rápidamente que tenía una red de apoyo que conocía acerca de mi sueño y estaba al pendiente del resultado de cada paso que había dado hasta ese momento. Gracias a lo anterior, resultó sencillo para mí pensar que esta red de apoyo compuesta de familiares y amigos principalmente, era en potencia una comunidad de donadoras y donadores a quienes podía pedir ayuda para recaudar una parte de mi presupuesto que era imposible cubrir con mis ahorros.

Hacer una campaña de recaudación de fondos a través de una plataforma como Donadora era, en mi opinión, la mejor forma de sumar a mi sueño a la familia y amigos que en algún momento de la vida me habían dicho que contaba con ellos para lo que necesitara. Era muy importante para mí pedir ayuda para la pieza más importante de este proyecto: la colegiatura.

Antes de la campaña, generé un archivo en mi computadora en el que enlisté el nombre de todos los integrantes de mi familia, amigas y amigos de distintos círculos. Ex-compañerxs de trabajo y ex-jefxs también entraron a la lista cuya versión original era de poco más de 100 personas.

Antes de lanzar la campaña, llené todo el formulario de la plataforma, grabé, edité y agregué subtítulos a mi video y mandé mi campaña a revisión. Simultáneamente les hice saber a las personas de la lista que había hecho días atrás, que estaba por lanzar una campaña de recaudación de fondos y que necesitaba su ayuda para que esta fuera exitosa.

Mi campaña duró 30 días y elegí que la fecha de lanzamiento fuera en quincena, para, además de esa, tener dos quincenas más antes del cierre de la campaña en la que mis donadorxs en potencia pudieran sumarse. El primer paso después del lanzamiento de la campaña fue realizar una autodonación y con eso ¡había roto el cero! Estábamos oficialmente en línea y era momento de meterle con todo.

Mandar cadenas por WhatsApp o copiar y pegar el mismo mensaje resulta atractivo por la practicidad que aparentemente ofrece la posibilidad de en un solo día, contactar a más de 100 personas y sentar a esperar que las donaciones lleguen. El crowdfunding no funciona así.

Durante los primeros 20 días de la campaña mi estrategia de difusión consistió en contactar durante dos horas a un promedio de 8 a 10 personas por whatsapp. Saludar, preguntar cómo han estado y contarles las últimas novedades de mi proceso de admisión en la maestría, abría las puertas para pedirles explícitamente su donativo, compartiendo siempre la liga de mi campaña y reiterando que Donadora es una plataforma sencilla de utilizar pero sobre todo segura. De esas 8 a 10 personas que contactaba diariamente, en promedio donaban 3 o 4, de tal forma que únicamente hubo un día en que no hubo avance en la recaudación. La ventaja de tener siempre a 6 o 7 personas que no habían donado el mismo día en que los había contactado, era que durante los últimos 10 días de la campaña, les envié un pequeño recordatorio que fue más que suficiente para que concretaran su donación.

Hice algunas publicaciones en redes sociales, sin embargo, mi experiencia fue que donaban las personas a las que contactaba directamente por teléfono o whatsapp y no quienes daban “like” a mis publicaciones, sin embargo, esto no me detenía de realizar agradecimientos públicos ni publicaciones en las que de manera general decía cómo había avanzado la campaña.

Una sorpresa grata fue la cantidad de amigas de mi mamá que se sumaron con un donativo… mi mensaje en este sentido es que no temas pedir a tu red de apoyo que comparta con su círculo cercano tu campaña. Alcanzar al segundo círculo de confianza, compuesto por los amigxs de mis familiares y amigxs de mis amigxs fue clave para llegar a la meta.

Como promotor de campaña, te anticipo que debes prepararte emocionalmente para ser muy paciente, no desesperar y confiar en que si todos los días estás haciendo un ejercicio de difusión directo de tu campaña, comenzarás a ver resultados unos días después. Es retador el hecho de no tomarte personal no recibir donaciones de personas de quienes esperabas una respuesta más expedita. Te recomiendo que te concentres más en la sorpresa y gratitud que genera ver que alguien más se acaba de sumar a tu campaña, que en la frustración de que otrxs no se hayan sumado.

Es fundamental mantener una buena actitud, apoyarte del equipo de asesoría de Donadora y aprovechar esta excelente oportunidad para poner en práctica la gratitud.

El cierre de mi campaña fue super emocionante… me faltaba muy poco para llegar a la meta y aproveché las últimas 48 horas para escribirles a todas las personas que en días anteriores me habían dicho que se sumarían a la campaña y que hasta ese momento no habían hecho su donación.

Faltando 12 horas para el cierre, llegué a la meta y gracias al apoyo de mi comunidad, la rebasé, lo cual fue de mucha ayuda. Otras tareas importantes que realicé antes del cierre de campaña fue enviar todos mis documentos para revisión del equipo de Administración, para asegurarme de recibir los fondos dentro de los términos y condiciones de la plataforma. Este proceso también fue sencillo.

Sin duda el fondeo colectivo fue la mejor herramienta para recaudar los fondos que necesitaba para estudiar en el extranjero y ahora que estoy en Canadá, veo hacia atrás y me siento profundamente agradecida con todas las personas que se sumaron a mi campaña.

Donadora ofrece una herramienta llamada “Actualizaciones”, misma que utilizo para mantener a mis donadorxs actualizados al respecto de cómo van mis estudios, qué tal me he ido acoplando a la vida en el extranjero, y recordarles lo agradecida que estoy. Recomiendo mucho utilizar las actualizaciones no solo durante la campaña sino al cierre de ésta.

¡Éxito!

--

--

Donadora

Somos la plataforma donde recaudas para los proyectos que mejoran México | «Conectamos personas a través de la donación»