¿Qué tan difícil es convertirse en un emprendedor social?
Por Marco Mora | Asesor de campañas
Quizá una de las razones que más detienen a las personas que quieren convertirse en emprendedores sociales es el temor de no saber cómo hacerlo. Desconocen cuánto dinero necesitan para invertir o cómo dar el primer paso para empezar a trabajar en su proyecto. Si tienes un proyecto innovador que genera impacto, y crees que puede convertirse en un modelo de negocio, la siguiente información te va a interesar.
Augem es una empresa tecnológica que busca brindar soluciones a personas con algún tipo de discapacidad visual. Uno de los productos que actualmente desarrollan es Ultrawear, un dispositivo que permite detectar obstáculos que un bastón convencional no puede: ventanas abiertas, letreros, ramas de árboles u otros objetos que puedan resultar peligrosos y también pasar inadvertidos. Actualmente el proyecto se encuentra en etapa inicial y se siguen realizando pruebas de prototipado, sin embargo la propuesta de Augem empieza a consolidarse como una solución para un problema que aqueja a más de 2 millones de mexicanos según la Sociedad Mexicana de Oftalmología.
Ángel González es uno de los creadores del dispositivo Ultrawear y fundador de Augem, y hace algunos meses se encargó de realizar una campaña de fondeo colectivo en Donadora para poder llevar a cabo el desarrollo y las pruebas necesarias para poder prototipar el dispositivo. Gracias a la campaña, pudieron obtener más de 10 mil pesos que destinaron para pagar los registros legales iniciales de la marca, ya que uno de los problemas con los que se enfrentan los emprendedores sociales es precisamente el financiamiento de su proyecto.
Probablemente la obtención de fondos sea lo más complicado para los emprendedores sociales. No sólo deben de convencer a inversionistas de que su proyecto generará ganancias, sino también demostrar que tienen una problemática que su proyecto va a ser capaz de resolver. En ese sentido, Ángel comenta que si bien es difícil contar con los recursos necesarios, es suficiente si se trabaja con lo que se tiene. Y recomienda también acercarse a convocatorias que ofrecen incubadoras o aceleradoras de proyectos de emprendimiento social.
POSiBLE es un programa que apoya emprendedores en el que el equipo de Augem participó. Gracias a las capacitaciones, contactos y herramientas compartidas, los emprendedores robustecen su proyecto, lo vuelven más innovador y obtienen más visibilidad con probables inversionistas; pulen sus objetivos y generan un mejor producto que ofrecer.
Si tienes en mente un proyecto que probablemente sea la solución a un problema, no te limites a lo que puedes hacer tú. Acércate a los programas que impulsan a emprendedores sociales y participa en sus convocatorias con tu idea. Es importante dar el primer paso y compartir esa iniciativa, ya que algo con lo que lidian los emprendedores es precisamente la inseguridad de si su proyecto puede ser viable o no, y la mejor manera para descubrirlo es presentando este mismo proyecto a más personas.
Además de la búsqueda del financiamiento y la capacitación, el tema de la organización es otro punto en el que los emprendedores deben reparar. Los creadores de Augem aprendieron a trabajar en conjunto y a pactar el tiempo que invertirían en el proyecto, ya que por un lado estaba su emprendimiento social y por otro la escuela a la que todavía asisten los 3 miembros del equipo. Seguramente es algo con lo que tú también te vas a enfrentar, pero teniendo una buena organización de la mano del trabajo constante, podrás dividir tus días para no descuidar tus labores diarias.
Por último, como emprendedor social debes de ser capaz de “economizar” tus inversiones, y esto va de la mano con el problema del financiamiento, pues al ser limitado en un inicio, cualquier tipo de gasto se traducirá en la detención del desarrollo del proyecto. Además de convocatorias para capacitación, existen otras que se enfocan en la reducción de gastos por parte de los emprendedores, por ejemplo aquellas en las que obtienen descuentos en algún tipo de pago por trámites de registro de marca o costos más baratos en pruebas de prototipado. Participa en estas convocatorias y pule al máximo tu proyecto para que puedas ser acreedor a este tipo de apoyos.
No olvides también que dos cabezas piensan mejor que una. Trabajar con más personas te va a otorgar muchas ventajas, pero no olvides que tu emprendimiento social es sinónimo de trabajo, esfuerzo y perseverancia, así que elige bien a tus compañeros. Puede que estés pensando en tu mejor amigo o en aquella persona con la que más te diviertes, pero ¿estás seguro de que puede ser un buen compañero de trabajo? Pregúntate esto las veces que sea necesario para que elijas lo mejor que puedas a tu equipo.
En suma, para convertirte en emprendedor social debes quitarte el miedo al fracaso. Si de verdad te apasiona resolver ese problema que ya identificaste y tienes ya una posible solución, aventúrate. Por supuesto que no será sencillo lograrlo pero para ningún proyecto que ya se ha consolidado ha sido fácil. Sólo tú tienes la posibilidad de hacerlo realidad.